La cera de abejas es un ingrediente que las abejas producen para formar la estructura de los panales y brindarle a estos la protección que necesitan para mantenerse en perfectas condiciones. 

Concretamente, la cera se produce en las glándulas localizadas en el abdomen de las abejas jóvenes, y su producción necesita de un importante esfuerzo por parte de las abejas, ya que para producir 1 kg de cera, una abeja debe consumir entre 4 y 12 kg de miel. 

Propiedades:

  • Hidratante y nutritiva: atrapa la humedad natural y crea una capa protectora en la piel, lo cual evita la deshidratación y resequedad de la misma. La protege de los daños que puedan causar los agentes externos y la mantiene bien hidratada y suave.
  • Reduce las cicatrices: cuenta con propiedades cicatrizantes muy potentes que ayudan a reducir la visibilidad de aquellas marcas que hayan dejado las heridas en la piel.
  • Destaca por ser muy rica en componentes antioxidantes y vitamina A.
  • Preserva la juventud de la piel: al tener componentes antioxidantes, consigue frenar la acción de los radicales libres (radiación solar, contaminación, estrés, alimentación, etc.), los cuales causan un envejecimiento prematuro y que las células que conforman la piel se oxidan, dando paso así a la aparición de arrugas.
  • Calma la piel irritada: posee propiedades analgésicas, antibacterianas y antiinflamatorias, las cuales permiten sanar la piel dañada con más rapidez y aliviar las irritaciones, el enrojecimiento, el escozor, etc.

Para tener en cuenta:

  • En el caso de la cera, lo que habría que tener en cuenta es sobretodo sus posibles reacciones alérgicas que más comúnmente se pueden manifestar en la piel.
  • Enrojecimiento, hinchazón, picazón y grietas son todos indicios de que uno podría estar sufriendo de una alergia a la cera de abejas.
  • Los síntomas de alergia a la cera de abejas suelen ser leves, aunque algo habitual con la exposición no es infrecuente.
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