Lavandula es un género de plantas de la familia de las Lamiáceas, que contiene unas 60 especies.

Se distribuyen desde la región macaronésica (Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira e islas Salvajes), por toda la cuenca mediterránea y, de manera dispersa, por la mitad Norte de África, la Península arábiga y el Sur de Asia hasta la India.

Estas plantas se usan como ornamentales y para la obtención de esencias aromatizantes y condimentarias. Las más utilizadas son el espliego (L. angustifolia, L. latifolia). La cantidad de aceite esencial obtenido difiere según la especie, estación y método de destilación. Esta esencia se utiliza además de para la cosmética y fitoterapia entre otros, también sirve  para enmascarar olores desagradables y para conciliar el sueño.

Propiedades:

  • Se utiliza la lavanda como relajante. Dicha propiedad hace que se recurra a ella cuando no se puede conciliar el sueño (por ejemplo, poniendo un saquito con lavanda debajo de las sábanas), ya que están demostrados los efectos calmantes que produce su olor.
  • También es altamente eficaz a la hora de reducir los estados de ansiedad y nerviosismo, disminuye la tensión arterial, ayuda a evitar el mareo en los viajes y facilita las digestiones cuando éstas se ven alteradas a causa de los nervios (tomando una infusión de lavanda o combinarla con otras plantas relajantes tales como la tila, la melisa o la amapola).
  • Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, otro de sus principales usos es como calmante del dolor. Por lo general su aplicación es externa y para la elaboración de los productos se emplea el aceite esencial de lavanda, el cual se extrae tras la destilación de las flores.
  • Entre otras cosas para tratar las dolencias como tortícolis, dolor de cabeza y migrañas, dolores reumáticos y de lumbares, dolor de pies.
  • Y los alcoholes terpénicos, así como los taninos de su composición, son la base de las propiedades antisépticas y astringentes de la lavanda. De ahí su uso en numerosas cremas y geles para tratar diferentes afecciones relacionadas con la piel como picaduras quemaduras, psoriasis, eccemas o sarna, heridas, cortes y moretones.
  • Por último, esta planta tiene una alta capacidad antivírica y antibacteriana. Se puede utilizar en casos de faringitis, laringitis y de inflamación de anginas, haciendo gargarismos con lavanda. Y para enfermedades que cursan con problemas respiratorios, tales como la gripe, la bronquitis y los resfriados, tomando una infusión de lavanda muy caliente y endulzada con miel.

Para tener en cuenta:

  • Los preparados de lavanda en general no presentan contraindicaciones, sin embargo, en algunas personas es uso de aceite de lavanda puede producir dermatitis de contacto o eccemas, por lo que se recomienda realizar de manera previa a su aplicación un test de prueba para determinar el grado de tolerancia.
  • También se puede rebajar el contenido de aceite de lavanda mezclándolo con otro tipo de aceite, como el de almendras.
  • Su uso no está recomendado durante el embarazo ni durante la lactancia, ya que puede resultar abortivo y ser dañino para los bebés. De hecho, tampoco es aconsejable aplicar el aceite esencial de lavanda en niños de corta edad.
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